viernes, 10 de febrero de 2012

Noche de Fiebre

Ese demonio bebió del pecho aquel que una vez me alimentara con la flor de una madre,  hoy emanaba gruesos canales de sangre. En su vientre enterró sus garras y de su carne comió ávido como un recién nacido bajo el manto de su madre
Pero esa era mi madre y no iba permitirlo
Lo arranque dolorosamente, mas sangre escapo de ese cuerpo masacrado y herido. -Sacrilegio el dañar a una criatura tan pura, siempre entrando en comunión con dios como si abriera un puente entre la gloria y mi tierra!
Tome a la criatura con toda la fuerza que el odio puede prestar a los seres humanos y con mis propias manos la hice retorcer
Sentí sus huesos tronar su estomago se deformo dolorosamente,  la criatura bañada en sangre de mi madre parecía asustada,  su boca vomitaba sangre pero una herida como esa no es suficiente para deshacerse de una sabandija de esa clase
La coloque contra el suelo cuidándome de sus garras, mis manos ahora manchadas de su sangre temblaban deseosas de más.  Quería partirlo en dos y savia que mi próximo movimiento tendría la estabilidad necesaria para hacerlo. Dentro,  muy dentro sentía miedo pero más fuerte que el miedo estaba siega de ira
Entonces ella tan nula tan desamparada lloro  a mi lado tirada en la cama, chillo por aquella criatura a quien dejo amamantarse de la tela de su vida y tomar su sangre
Madre que no ves que él no es tu hijo?? Esta criatura repugnante no merece tus lágrimas
Pero no habían palabras de convencimiento solo de odio en mis labios y en su rostro manchado aun de sangre únicamente podía ver desolación y una profunda tristeza
Profana criatura, que has hecho!? como la hiedra mala te he arrancado de su cuerpo pero lograste acaso echar raíces en su corazón?
Atraje entonces a mi mente la imagen de otra criatura, una bestia igual, si lo era! pero también una más amable  una que por mi mente fue domada en ocasiones anteriores y por miedo o por comodidad tomo la forma que a mí se adaptaba y espero en el silencio del olvido espectador divertido del circo tétrico de mis sueños
Le llame entonces y dócil vino a mis manos,  lamio la sangre de ellas pero sin sed de poseerla. En un acto meramente humilde que solo esas criaturas saben fingir bien rozo con su cuerpo mis pies y me ofreció una cómplice  mirada
Le di pues a mi madre esa criatura sustituta pero la rechazo y tendió sus manos al maltrecho demonio que yacía en el piso medio muerto aun luchando por liberarse de mi feroz agarre
Solté a la criatura mas frustrada que conforme y cuál fue mi sorpresa que mas que huir aquella criatura tan segura de su presa me mostro entonces su verdadera naturaleza
Caí perpleja privada de mis sentidos y el tiempo se detuvo cuando entre sus colmillos su fétido aliento golpeaba mi cara
Algo que nunca hubiera pensado ocurrió en ese momento aquel a quien yo había invocado desidia dejar  de ser un simple espectador de lo que siempre había observado, pensé que solo era  un sueño mas con un final inesperado pero la hermosura y fiereza de aquella criatura me daba una importante moraleja
No hay enemigo pequeño, no sobra nunca una amistad aunque parezca extraña y uno nunca debe perder la oportunidad de aplastar a sus enemigos cuando su fuerza es pequeña y su debilidad grande
Es tan delgado el manto que me cubre,  que alcanzo a vislumbrar atreves de él la fragilidad de mi mente y la facilidad con que se rompe lento y de poco a poco
Que pasara el día en que no haya quien los detenga?  Que no haya como contenerlos?


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